Hoy hace 29 años, el Coronel Tejero entraba en el Congreso de los Diputados español, y pronunciaba sus famosas palabras: «¡Quieto todo el mundo! ¡Al suelo! ¡Al suelo todo el mundo!» seguidas de unos disparos al techo del Congreso ( que aún pertemanecen).
Este intento de Golpe de Estado, fue sin duda uno de los momentos más difíciles de la transición y la amenaza más seria a la joven democracia española. Aunque aquel 23-F fue un día, y una noche, lleno de temores, incertidumbres, rumores y noticias confusas, afortunadamente la situación fue aclarándose y llevó al retorno de la normalidad democrática, de la que hemos disfrutado en España desde entonces.
En varios países del continente africano, por desgracia, eventos similares al vivido en España hace casi tres décadas, son algo no consagrado a la memoria histórica, sino algo frecuente, y que suele acabar con la toma de poder por parte de los militares golpistas. Es último ejemplo – el séptimo en diez años en el continente – tuvo lugar el juves pasado en Níger, dónde el Coronel golpista Goukoye Abdul, derrocó al Gobierno del Presidente Mamadou Tandja. Durante las primeras horas reinó la confusión, ya que se oyeron disparos y los militares entraron al Palacio Presidencial, pero no hubo una comparecencia oficial por parte Abdul, líder de la junta militar auto-denominada «Consejo Supremo para la Restauración de la Democracia», hasta el sábado.
Durante estos días, tanto en los medios tradicionales como los virtuales han aparecido comentarios señalando los diversos aspectos del Golpe en Níger. El hecho de que los golpistas pudieran hacerse con el poder de forma tan «limpia» y «rápida», así como los paralelismos entre este golpe y el «golpe de estado de libro» que vivió el país hace 11 años, ha sido destacado, por ejemplo por @Maneno en Twitter. El carácter «modélico» del golpe ha hecho que, por ejemplo, el corresponsal en Nairobi de la revista Monocle, Steve Bloomfield, se atreva con una breve guía de «pasos-a-seguir para tener éxito en un golpe de estado» – casi todos seguidos en Níger – y entre los que se incluyen: saber adónde vas, no decírselo a nadie, controlar la TV y la radio, asegurarte de que nadie más va a hacer lo mismo, deshacerte de un presidente impopular, contar con alguien que lo haya hecho antes…En el blog de Foreign Policy también, se responde la pregunta de ¿por qué son siempre los coroneles los que lideran los golpes?
El Coronel Gouyoke Abdul, líder de la junta que ostenta el poder en Níger.
Si bien los Golpes de Estado constituyen una ruptura de la legalidad democrática por lo que son casi universalmente condenados, en el caso de Níger, la situación previa al golpe ha hecho que las reacciones de rechazo hayan sido, cuanto menos, tibias. Porque el presidente Tandja el pasado verando había suspendido la Constitución – autorizando su re-elección a un tercer mandato – y disuelto el parlamento, lo que le valió, en Diciembre pasado, el ser suspendido como miembro de la CEDEAO. Así, por ejemplo, la reacción de los EE.UU. es sintomática de la ambivalencia con la que se critica a los golpistas, pero se les da la bienvenida:
«Los EEUU dan una gran importancia al rápido retorno a la democracia y el Estado de Derecho. EEUU estaba gravemente preocupado por las acciones ilegales e inconstitucionales que llevaron al presidente Tendja a extender su mandato. El llamado «Consejo Supremo para la Restauración de la Democracia» debe devolver a Níger a la democracia constitucional que existía antes de la creación de la 6ª República». Para algunos, esta tibieza no es más que un signo del apoyo que los golpistas tienen por parte de diversas potencias occidentales, entre ellas EE.UU y Francia, como resultado de sus intereses en el uriano de Níger. Mientras que es importante no perder de vista la importancia de los recursos naturales, esta lectura anti-imperialista, parece estar en desacuerdo con la mayoría de la opiniones expresadas en los medios virtuales reseñados por Elia Varela en un interesantísimo artículo para Global Voices. En este artículo Elia menciona que, aún habiendo una escasa presencia de bloggers de Níger, los comentarios expresados en diversas páginas de opinión y de noticias transmiten la sensación de que muchas personas de creencias y actitudes democráticas, apoyan el golpe como último recurso para acabar con el gobierno de Tandja. Dado que desconozco por completo la realidad de Níger, no puedo opinar en todo esto más que expresando mi deseo de todas estas esperanzas puestas en que la junta convoque unas elecciones democráticas de forma rápida no se vean defraudadas. Algo que no será fácil, ya que similares reacciones de esperanza se vieron tras el golpe de Estado de Guinea en 2008, y fueron posteriormente traicionadas.