Los aniversarios suelen ser momentos para mirar atrás y hacer balance de lo bueno, lo feo y lo malo del año anterior. Así, el primer año de Obama a cargo del gobierno de EE.UU. ha provocado una serie de evaluaciones en relación con su mandato, y sobre las expectativas poco realistas puestas en él. En cuanto a su política exterior, y más concretamente, su política exterior hacia África, han aparecido también diversas valoraciones. He señalado con anterioridad que, como era de esperar, no ha habido ningún efecto-Obama que por arte de magia haya llevado estabilidad y democracia a África ( se puede leer aquí). De forma más perspicaz, y con un caracter tal vez más preocupante, diferentes medios de comunicación han señalado que un año después, parece que «el presidente Obama ha decidido seguir el camino marcado para África por las administraciones Clinton y Bush» ( Daniel Volman en Pambazuka Noticias ). Aunque diversos autores han destacado varias razones para esto – como veremos más adelante – existe sin embargo un acuerdo con respecto a los instrumentos más importantes utilizados por los EE.UU. en su política exterior hacia África.
AFRICOM
La más importante de estas herramientas, ya que actúa como un paraguas para operaciones más específicas, es el Comando para África de los Estados Unidos (AFRICOM ). El AFRICOM nacimiento en 2007 fue un cambio de política significante con respecto a finales de los 1990, cuando Africa se veía como casi irrelevante. AFRICOM es parte del Departamento de Defensa (DOD), lo que lo dota de enormes recursos (el Pentágono controla el 20% del total de la ayuda a África), pero también representa una «alianza incómoda entre la defensa y el desarrollo» ( Africa Confidential vol. 53, N º 3, 5 de febrero 2010 ). Desde el anuncio de su creación, AFRICOM ha sido un instrumento polémico, con los países africanos rechazando que AFRICOM tuviera su base en África, y con comentaristas etiquetándolo como una nueva herramienta imperialista. AFRICOM, en la actualidad bajo el mando del general William «Kip» Ward, tiene su sede en Stuttgart (Alemania) y dispone de un presupuesto asignado para 2010 de $278 millones ( casi cuarto veces más que los $75 millones de 2008) (AC 53,3; Volman).
La mayor parte del trabajo de AFRICOM consiste en un «compromiso sostenido de la seguridad», se trata de programas militares (formación, equipamiento…), con acciones directas de vez en cuando – por ejemplo, en Uganda, o en Mali. El presupuesto total de esta asistencia a la seguridad pata todo África en 2007-08 fue de aproximadamente $600 millones (AC 53,3). AFRICOM, sin embargo también apoya los esfuerzos de ayuda humanitaria y programas de VIH/SIDA. A veces, ambas funciones se superponen – por ejemplo, la formación de las fuerzas de las misiones de paz dentro del Programa de Asistencia al Entrenamiento y Operaciones de Contingencia en África (ACOTA), o el trabajo de AFRICOM junto con la Oficina de Asuntos de África para revisar la seguridad militar y civil en la República Democrática del Congo, Liberia, Somalia y el sur de Sudán – generando acusaciones de que los EE.UU. están militarizando su ayuda a África (AC 53,3).
Fuerza Combinada – Cueno de África (CJTF-HOA)
Las operaciones más visibles de AFRICOM son las realizadas en el Cuerno de África – sobre todo tras el apoyo de los EE.UU. a la invasión etiopíe de Somalia en diciembre de 2006. Desde entonces, la CJTF-HOA (con un presupuesto de 60 millones de dólares previstos para 2010 (Volman)) ha participado en el Cuerno de África, no sólo desde su base de 500-acres en el Camp Lemonier en Djibouti, y su base naval en la Bahía de Manda (Kenia), sino también en «lugares seguros y cooperativos». Otro signo de la creciente importancia de esta región para la política exterior de EE.UU. es la creación del Departamento de Estado de una Iniciativa de Seguridad Regional para África Oriental (EARSI). El EARSI es una versión más pequeña de la Operación Libertad Duradera – Trans-Saharaiana (OEF-TS), la «tercera operación global en importancia de la guerra contra el terrorismo plan tras Irak y Afganistán» (AC 53,3).
Fuerzas de paz de Burundi, formada como parte del programa de ACOTA, se preparan para la próxima rotación en Somalia – EE.UU. Ejército
Colaaboración Trans-Saharaiana contra el Terrorismo
Parece, pues, que a pesar de que la retórica ya no existe, la guerra contra el terror continúa siendo una pieza central en la estrategia de la política exterior de EE.UU. bajo el Presidente Obama. Según Daniel Volman, «Obama realmente cree en la estrategia de la guerra global contra el terrorismo y piensa que África debe ser un campo de batalla central en la campaña militar de EE.UU. contra Al Qaeda y otros grupos extremistas islámicos». Y si una de las prioridades principales de los EE.UU. y de AFRICOM es la lucha contra el terrorismo, entonces la región del Sahel es, sin duda, una región de creciente interés. El principal motivo de preocupación es la amenaza de grupos islamistas radicales, como «Al Qaeda del Magreb Islámico» (AQMI), algo que requiere una intervención y participación más directa por parte de los EE.UU. en países como Mauritania, Níger y sobre todo Malí (como he apuntado en este blog anteriormente).
Pero para Volman, el apoyo de Obama a la guerra contra el terror y la necesidad de «hacer frente a la amenaza planteada por Al Qaeda y otros grupos extremistas islámicos», no es la única razón del uso continuado de la «fuerza militar» por parte de EE.UU. en el Oeste de África. Otra razón importante es la necesidad de «garantizar que Estados Unidos puede satisfacer su adicción permanente al petróleo», así como reducir al mínimo la dependencia de EE.UU. en «países inestables gobernados por regímenes represivos y antidemocráticos». La importancia del petróleo y otros intereses estratégicos en África, ha llevado a algunos a concluir (en mi opinión, una conclusión exagerada) que la creciente participación de EE.UU. en África constituye un «nuevo imperialismo en África» – por ejemplo, Michael Schmidt, en un artículo de 2006 re-impreso por Pambazuka la semana pasada).
Nigeria
Si aceptamos que la preocupación principal de los EE.UU. en África el la lucha contra el terrorismo, pero que otras consideraciones de carácter estratégico y energético desempeñan también un papel importante, entonces debemos observar cómo, poco a poco, Nigeria parece haber colocado en el centro de numerosas preocupaciones de los EE.UU., y por lo tanto ha ganado una importancia extraordinaria en la política exterior de este país. No es necesario repetir aquí lo importante que es Nigeria para la estabilidad de África Occidental, o su influencia en el conjunto del continente, ni tampoco su valor estratégico para los requerimiento de energía de EE.UU. – el 10% de las importaciones de petróleo de EE.UU. proviene de este país. durante los últimos años, sin embargo, la extracción de petróleo se ha visto afectada por la inestabilidad del Delta del Níger. Durante su visita a Nigeria en agosto pasado, la Secretaria de Estado, Hillary Clinton fue preguntada sobre lo que el gobierno de los EE.UU. podía hacer para ayudar al gobierno de Nigeria a establecer la estabilidad y la seguridad en el delta del Níger. Su respuesta fue que «el ministro de Defensa (nigeriano)…había hecho algunas sugerencias muy concretas…que creemos que son muy prometedoras, para tratar de lograr la paz y la estabilidad en el Delta del Níger. Seguiremos estas ideas… a través de nuestros esfuerzos conjuntos… para determinar qué es lo que Nigeria quiere de nosotros y cómo podemos ayudar». De hecho, algunas de las acciones de AFRICOM para garantizar la seguridad marítima no se han limitado a la región del Cuerno y a los piratas de Somalia. Así, la Estación para la Colaboración con África, creada en noviembre de 2007, ha estado llevando a cabo «giras de 5-6 meses en el Golfo de Guinea por parte de buques de guerra con unos 400 tripulantes», para prevenir tanto los ataques piratas como el sabotaje a la extracción de pertóleo (AC 53,3). A estas actividades, se ha de agregar la creciente preocupación por el contrabando de drogas en África Occidental y el hecho de que la situación de seguridad en el Golfo parece estar empeorando.
El USS Nashville. parte de la Estación para la Colaboración con África, llega a Sekondi (Ghana) Embajada de los EE.UU. en Ghana
Si el verano pasado la Secretaria de Estado de los EE.UU. insinuaba una posible colaboración entre Nigeria y los EE.UU. para tratar asuntos de interés estratégico, entonces la necesidad de una estrecha cooperación es más que probable que haya aumentado a raíz del atentado fallido del Día de Navidad contra un avión en Detroir por parte del nigeriano Omar Faruk Abdulmutallab. Además, este episodio tuvo lugar en medio de una seria crisis de liderazgo – o más bien vacío de poder – en Nigeria, que aún continúa dada la continua ausencia del Presidente Yar’Adua del país durante más de dos meses (aunque parece haber llagado a su fin ya que la Asamblea Nacional acaba de aprobar una moción exigiendo a Yar’Adua que entregue el poder a su adjunto). Inicialmente, el atentado, y sin duda, la falta de liderazgo de Nigeria, llevaro a los EE.UU. a añadir a Nigeria a la lista de países vigilados por supuesto terrorismo – aunque, según algunos, hay indicios de que Nigeria será eliminada de la lista .
Esta creciente preocupación ha llevado incluso a un «oficial de inteligencia de AFRICOM» a afirmar «que el norte de Nigeria podría llegar a ser como el Oeste de Pakistán» (AC 53,3), lo que, en mi opinión, lleva a la siguiente pregunta: ¿Podría ser Nigeria el próximo Pakistán? Ignoro los detalles aceca de los mecanismos de la toma de decisiones en la política exterior de los EE.UU. decisiones, o los detalles de la cooperación entre EE.UU. y Nigeria, pero dado el peso estratégico cada vez mayor de Nigeria, en los campos de la energía y la lucha contra el terrorismo, podría este país – como Pakistán – convertirse en un (tomando prestado un término económico de moda): un país «demasiado grande para quebrar», que requiera una mayor atención, e intervención por parte de los EE.UU.?
Me parece una pregunta muy interesante, y agradecería si aquellos mejor y más informados comentasen sobre si esta posibilidad es factible, o si estoy muy equivocado, y los EE.UU. tienen más que suficientes compromisos en el Cuerno de África y el Sahel?