Como todo el mundo sabrá ya, hoy se celebra el día mundial contra el SIDA, que este año lleva el lema «Acceso Universal y Derechos Humanos». Con este motivo el Director del programa ONUSIDA, Michel Sidibé, ha asisitido hoy en Pretoria a un evento para conmemorar este día, al que ha acudido también el Presidente surafricano Jacob Zuma. La elección de Suráfrica no es casual, y no sólo porque en el país haya 5.7 millones de personas que viven con el VIH, sino también porque tras el discurso de Zuma en la ONU el pasado mes de Octubre, Suráfrica ha reforzado su compromiso con la lucha contra el SIDA, en especial el énfasis en la prevención y en el acceso universal a las medicinas anti-retrovirales, que en la actualidad llegan a un 44% de aquellos que las necesitan – frente a un 2% hace sólo 5 años.
Un compromiso que contrasta con la posición que mantuvo el anterior Presidente Thabo Mbeki, quien negó la eficacia de estos medicamentos y obstruyó que se distribuyeran por el país. Sin embargo Zuma hoy ha dibujado una clara línea con su predecesor, anunciando que se someterá a un test para conocer si es portador del VIH. El comportamiento de Zuma, sin embargo, dista mucho de ser ejemplar – recuerdese que mantuvo relaciones sexuales sin protección con una mujer portadora del VIH, y que argumentó que para prevenir el contagio «se duchó».
Buenas noticias para la lucha contra el SIDA en Suráfrica que se unen a las publicadas en el informe de la ONU sobre el SIDA publicado hace unos días, en el que se apuntaba que el número de nuevos infectados ha bajado en el mundo un 17% desde 2001, y un 15% en el África subsahariana, la región más afectada.