Julius K. Nyerere en la ONU
Hoy se celebra el 10º aniversario de la muerte de uno de los más grandes pensadores y líderes políticos que ha tenido el continente africano desde el fin del período colonial. Julius K. Nyerere, primer Presidente de Tanganyika y arquitecto de la creación de Tanzania, tras la unión con Zanzibar falleció en Londres el 14 de Octubre de 1999 a los 77 años.
Nyerere (también conocido como «mwalimu» – profesor) fue el artífice en 1967 de la «declaración de Arusha», por la que Tanzania se comprometió con un desarrollo económico en consonancia con lo que Nyerere llamó Socialismo Africano. Aunque la declaración de Arusha llevó a la nacionalización de numerosas industrias, no se trataba de seguir un modelo de desarrollo igual al promovido por los países soviéticos. El modelo a seguir era el bautizado por Nyerere como «ujamaa», y que se caracterizaba por los valores de solidaridad, auto-suficiencia e igualdad. Ujamaa para Nyerere se deriva de considerar, «como hace un verdadero socialista africano, a todos los hombres como sus hermanos, como miembros de su familia». (Aquí se puede leer en español un extracto de un discurso en el que Nyerere expone su visión del Socialismo Africano).
Nyerere celebra la independencia de Tanganyika
Partiendo de está visión – quizá demasiado utópica y que sin duda simplificaba excesivamente las características de las sociedades africanas tradicionales – Nyerere intentó hacer de Tanzania un país auto-suficiente, algo que consiguió parcialmente al lograr mantener una posición No-Alineada y no compremeterse totalmente con ningún bando durante la Guerra Fría. No fue posible conseguir sin embargo la independencia económica, ni se pudo mantener el nivel de crecimiento alcanzado durante la primera década de independencia. Además, el sistema político mono-partidista acabó por reducir el espacio existente para el debate democrático dento del país a partir de los años. Todos estos problemas fueron evidenciados por los pueblos ujamaa (ujamaa vijijini), en los que fueron establecidos de manera forzosa la mayoría de la población rural del país. Estos pueblos – planeados desde la capital, siguiendo un modelo de desarrollo centralizado inspirado por la Unión Soviética, fueron un fracaso en términos económicos, agriculturales y sociales – sirvieron más para intantar controlar a la población que para aumentar la producción. Durante la década de 1970 Tanzania continuó dependiendo de la ayuda exterior, y a mediados de los 80 se encontraba al borde de la bancarrota.
Es esta historia de fracaso económico que a menudo se presenta como representativa del experimento del Socialismo Africano en Tanzania. Pero hay muchas más cosas positivas en la figura de Nyerere y en la historia de Tanzania. Primeramente, Nyerere fue siempre un gran defensor del proyecto Pan-Africano, basado eso sí en estados independientes, para garantizar el desarrollo económico del continente. Aunque esto nunca se consiguió completar, Nyerere defendió la solidaridad entre los pueblos, dio cobijo a activistas del ANC, SWAPO y ZANU que luchaban contra los régimenes racistas del sur del continente, y promovió la Comunidad del África Oriental – formada por Kenya, Tanzania y Uganda – que aún se mantiene viva. A nivel nacional – y a a pesar de la falta de crecimiento macro-económico – bajo la presidencia de Nyerere la desigualdad entre los más pobres y los más ricos se redujo considerablemente y se consiguió una tasa de alfabetización del 90% (partiendo de apenas un 15% en el momento de la independencia).
Además el mensaje de autosuficiencia y de unidad promovido por Nyerere y su adopción del KiSuajili como lengua nacional – utilizado en el sistema educativo y en las comunicaciones oficiales – ha hecho de Tanzania, a pesar de contar con mas de 200 grupos étnicos,uno de los países más estables del continente. Finalmente, Nyerere mostró siempre una gran coherencia y responsabilidad, y nunca se aferró al poder de la manera en que lo hicieron otros lideres africanos. Así en 1985, ante la imposibilidad de resistir la intervencion del FMI en Tanzania – que se consideraba una injerencia neocolonial – ni la adopción de medidas de liberalización económica, Nyerere abandonó el poder. Unos años más tarde su voz fue también crucial para que Tanzania abandonase el régimen de partido único y adoptase una democracia multipartidista – pese a que el 80% de la población aún favorecía el regimen del CCM (Chama Cha Mapinduzi). La figura de Nyerere pues debe ser recordada hoy como un gran ejemplo liderazgo africano, y como un político comprometido con el bienestar, la independencia y la dignidad de su pueblo.
Por si a alguien le interesa, acabo de ver que el último número de Pambazuka News (publicado ayer) es un especial dedicado a la figura de Nyerere. Se puede leer aquí (en inglés):
http://www.pambazuka.org/en/issue/452/